Actualmente, la imagen puede ser definida como una
ilustración de la frase, el arte como autoridad en el pasado ya no existe, un
lenguaje de imágenes ha ocupado su lugar y lo que ahora importa es para qué se
usa(derechos, revistas, política).
Este ensayo, afirma con total rotundidad que una persona
tiene menos libertad para decidir que una persona que ha sido capaz de situarse
en la historia.
El capítulo siete se titula "La supervivencia de la pintura al óleo en la publicidad" En
la actualidad vivimos rodeados de cientos de imágenes publicitarias. Estamos
tan acostumbrados a ellas que apenas percibimos el impacto total que causan en
nosotros.
Para
ser más atractiva y seductora, la publicidad utiliza esculturas o pinturas.
Cualquier obra que aparece en la publicidad tiene dos fines. Uno es la
opulencia, ya que asociamos esas pinturas con el mobiliario de los más
adinerados. El otro fin es el de
autoridad cultural, que va más allá de
su valor material, por ejemplo un cuadro al oleo es un recordatorio de la
cultura europea.
Estas
dos funciones hacen que el producto publicitado se convierta en un lujo y en un
valor cultural al mismo tiempo.
La
publicidad se centra en las relaciones sociales, no nos promete placer, nos
promete la felicidad de ser envidiado por los demás. Para conseguirlo, nos
quita nuestro amor propio y nos convierte en personas desdichadas. Después, nos
convence de que sólo si compramos ese producto recuperaremos nuestra felicidad
y seremos envidiados. Por el contrario,
si no lo adquirimos, nos convertiremos en seres sin rostro para la sociedad.
En
conclusión la publicidad resulta vital para el capitalismo pues, gracias a
ella, logran imponernos que productos son deseables y cuáles no lo son.
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